Que a los políticos les guste una foto no es nada que extrañe al ciudadano de a pié, que además de salir en fotos les guste los ágapes a cargo del contribuyente es algo inherente al cargo y nada que sorprenda. Con una crisis que todos notamos día a día, y aprovechando el día de la Feria de Entrambasmestas, más adelante hablaremos de cómo ésta afecta al sector ganadero, es una inmoralidad que todos los políticos congregados allí y fueron varios, se sumen de buen grado a dicho despilfarro.
Creo que este valle está necesitado de gente práctica y respetuosa para gestionar con eficacia un Ayuntamiento. Dije inmoral, rectifico, debiera usar la palabra amoral, porque dudo que cualquier persona de las de allí presentes sean conscientes que con el dinero que se malgastó en dicha comida se pudo invertir en algo para la comunidad. Sí
Señores, el dinero que se gasta en este tipo de agasajos están pagados con nuestros impuestos, otra obviedad. Pudiéramos echar en cara que no todos los representantes de formaciones políticas fueran invitadas al convite. ¿Por qué no se invitó a los miembros de la oposición?, vamos Sres., ¿es que la tarta no daba para más?, ¿por qué hacerse los melindrosos cuando pagan otros? Uishh...lo de este Ayuntamiento no tiene arreglo.
Les contaré una historia a colación de la feria.
Los antiguos griegos creían que en el reparto de cualidades que los dioses habían llevado a cabo entre sus distintas criaturas, los seres humanos habían salido mal parados. Mientras había animales dotados de garras, de pico, de zarpas, de cuero o de plumas, el hombre nacía desnudo y sin protección. No sólo eso. Además necesitaba mucho tiempo para comenzar a valerse por sí mismo. La solución a un problema tan agudo la terminó dando Zeus, el rey del Olimpo. Decidió que los seres humanos no vivirían aislados como sucede con muchos animales, sino que se reunirían en ciudades con la intención de proporcionarse la protección necesaria para vivir. De esa manera, alcanzarían una de las metas indispensables de toda acción política, la de garantizar a los ciudadanos la seguridad y la protección necesarias. Y yo me pregunto, ¿en este valle, qué intereses se protegen?. Los de los ciudadanos está claro que no. Los del sector ganadero, mucho menos. Como menos era el número de reses que reunieron los ganaderos. Los ganaderos están pasando por un mal momento. Sólo en esta comunidad, la recogida de leche descendió un 5,5% respecto al año pasado, según datos del Instituto Cántabro de Estadística. Mientras el sector político no repara en gastos superfluos, como los del día de la feria, el otro sector presente, es decir, el ganadero ha perdido capacidad adquisitiva. Si en este pasado julio recibían 26 céntimos de euro por litro de leche el año pasado en la misma fecha recibían 37 y en el año 2007, 47céntimos.
Se debiera proteger este colectivo ya que genera puestos de trabajo y mantienen el tejido social de los pueblos. En beneficio de todos. Y cuidar también de los pastos, protegiendo en especial los herbáceos estivales de la invasión de la especie llamada lecherina. Y para que en un futuro cercano en la feria de Entrambasmestas haya más cabezas de reses en una foto que cabezas de políticos.
L
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